Medio Centro

2 abril 2008

Cuadrado: «Quiero quedarme muchos años en el Murcia, pero yo no tengo la última palabra»

Muchos son los entrenadores que siempre buscan tener un jugador como Ibán Javier Cuadrado Alonso (Salamanca, 21 febrero 1979). Es uno de esos profesionales llamados «jugadores de club»: nunca da un problema, es el líder del vestuario, un aunténtico capataz en el campo y jamás va a poner problemas por jugar o no jugar. Su vida siempre ha estado ligada a dos equipos: Fútbol Club Barcelona y Real Murcia. Es uno de los pocos jugadores que ha pasado por todas las categorías del Barça, desde Benjamín hasta el primer equipo, con el que llegó a debutar. Pero sus ansias de jugar le llevaron a buscar otro equipo, un conjunto en el que demostrar su calidad. Ese fue el Real Murcia, en Segunda División. Pedro Pablo Braojos buscó un líder y lo encontró en Cuadrado. Todos los entrenadores desde entonces han contado con él como el alma de la plantilla: David Vidal, Joaquín Peiró, John Toshack, Manuel Preciado, Juan Casuco, Sergio Kresic y, más recientemente, Lucas Alcaraz y Javier Clemente. Eso sí, el técnico granadino contó con Cuadrado en Segunda, marginándolo en Primera, por razones no explicadas. Ahora vuelve a tener la confianza y la continuidad que nunca debió perder. El propio jugador desvela para Medio Centro su opinión sobre Javier Clemente, y su deseo de que su esfuerzo en el campo sea premiado con una oferta de renovación desde el palco.

Jesús Garrido: ¿Cómo fue tu infancia en Salamanca?
Ibán Cuadrado: La verdad es que de Salamanca tengo muy poquitos recuerdos. La mayoría de mi vida de joven he estado en Barcelona. A Salamanca sólo iba los veranos para estar con la familia, pero normalmente estaba en Barcelona.

JG: Y en esos años escolares, ¿cuáles eran las asignaturas que más te gustaban y las que menos?
IC: Con la que más problemas tenía era con el catalán, ni yo ni mis padres hemos sido catalano-parlantes, como dicen allí, por lo que el catalán era mi cruz. Las demás me gustaban mucho, Naturaleza, Sociales, Matemáticas y por supuesto la Educación Física, que era lo que más me gustaba. No fui mal estudiante.

JG: ¿Y travieso?
IC: No he sido una persona traviesa. Bueno, de pequeñito sí. Mis padres me decían que era muy malo. Pero también es cierto que he sido una persona que he madurado desde niño. Desde los 8 años ya me iba solo a entrenar en Barcelona. En mi vida he tenido que madurar siendo muy pequeño. En ese aspecto, gracias al deporte, gracias al Barça, he sabido no ser travieso y encauzar mi camino.

JG: ¿Cómo fue tu fichaje por el Barcelona?
IC: Fue mi padre. En Barcelona hicieron unas pruebas a niños para entrar en el benjamín del Barça. Mi padre decidió llevarme. Hicieron una selección y tuve la suerte de que me cogieran. Y pasito a pasito llegué a estar entrenando en el primer equipo e incluso a jugar. Me pasé 14 años en la cantera.

JG: Después de tanto tiempo en la Ciudad Condal, el cambio a Murcia imagino que sería muy duro.
IC: Yo busqué el cambio. La verdad es que me podría haber quedado, pero yo era defensa, era joven y lo que quería era jugar, coger experiencia, y aposté por estar en el Murcia un año cedido. Venía de un fútbol de toque, en el que jugábamos con tres defensas atrás, para pasar al fútbol de Segunda División, más agresivo y diferente. Al principio me acostó amoldarme, pero el por entonces entrenador del Murcia, Pedro Pablo Braojos, se amoldó muy bien a mí, me dio oportunidades. A raíz de ahí empecé a hacer mi carrera en el Murcia.

JG: De esa carrera, si tuvieras que escoger un momento, con cuál te quedarías.
IC: Mi mejor recuerdo, sin duda, es el ascenso en la vieja Condomina. Ese ascenso, con el campo lleno, el día del Levante, a mí no se me olvidará en la vida.

JG: Yo estuve en el campo y la verdad es que fue impresionante. Hablemos un poco de Cuadrado fuera del césped. ¿Cómo vive un jugador del Murcia?
IC: Soy una persona muy familiar. Me gusta mucho disfrutar de mi mujer y mis hijos. Los futbolistas tenemos la suerte de disfrutar de mucho tiempo libre y lo aprovecho al máximo para estar con ellos.

JG: Hace un tiempo leí en una entrevista tuya que decías que ésta podía ser tu última temporada de grana. ¿Cómo ves tu futuro?
IC: Acabo contrato el 30 de junio. Yo soy una persona luchadora y lo haré hasta el último día, pero yo no soy el que decide si me voy a quedar o no, eso lo hará el club. Voy a darlo todo por intentar seguir muchos años aquí, pero nunca se sabe. Ha habido muchos equipos que han estado y estarán interesados por mí, pero la última palabra siempre la tendrá el Real Murcia.

JG: Cómo valoras esta temporada. Es de suponer que ha sido un año duro para el capitán del Murcia, que el año pasado era titular indiscutible y en éste ha pasado a un segundo plano.
IC: Pues sí, ha sido dura. Pero en el fútbol hay que aprender de todo y es importante pasar esta experiencia. Aunque parezca que no, este año me ha dado mucho, como el hecho de estar en una situación por la que nunca había pasado. Había visto a muchos compañeros sufrir sin jugar, ni estar convocado y sin la confianza del entrenador. Trabajar para uno mismo, no salir de fiesta, cuidarte y fortalecerte muchísimo para no lesionarme aun sabiendo que no voy a jugar… esas cosas me han hecho un caparazón cada vez más fuerte. Yo creo que el fútbol al final te hace justicia. Si trabajas y eres humilde y estás físicamente bien puedes entrar en el momento que tengas una oportunidad y aprovecharla. Yo he tenido unas cuantas oportunidades y creo que hasta ahora no lo he hecho mal, incluso el otro día tuve la fortuna de entrar en el equipo para ganar al Español. Fue un pasito más, pero tampoco voy a lanzar las campanas al vuelo, sólo fue un partido más. Espero que el entrenador confíe una semana más en mí y si no, seguiré trabajando hasta el final.

JG: ¿Le guardas cierto rencor a Alcaraz por dejar de contar contigo?
IC: No, nunca. Yo no guardo rencor a ningún entrenador porque todos te dan algo. Uno puede tener ideas correctas o equivocadas, pero siempre hay algo que te dan. Siempre te dan más que te quitan. No puedo reprocharle nada a ningún entrenador por jugar o no jugar.

JG: Como has dicho antes, entraste en el equipo contra el Español y se ganó y, después de muchos partidos, no se encajó goles. ¿Influyó mucho tu entrada de partida o fue casualidad?
IC: Bueno, creo que fue la llegada de Clemente, que tiene nuevas ideas. Es normal que el equipo haya tardado dos o tres semanas en coger esas ideas. Salimos ha ganar el partido desde el primer minuto y, quieras que no, ayuda. Es anecdótico que yo haya entrado en el once. Por una vez, el equipo fue realmente un equipo: todos tuvimos las mismas ideas, todos ayudaron al de al lado, implicados al cien por cien. Si haces eso, a la gente la tienes detrás, y si pierdes, también la tendrás, porque saben que lo has dado todo por el equipo.

JG: Veo que Clemente ha ayudado en esto.
IC: Bueno, son ideas diferentes que han funcionado esta semana. Esperemos que no sea flor de un solo día. Pero sí es cierto que tiene unos planteamientos completamente diferentes. Se está implicando en el equipo y eso poco a poco se va notando. Por ahora han funcionado, si funcionan una semana más, podremos decir que ese es el camino a seguir.

JG: Eso, hablemos de seguir, pero en Primera. ¿Qué posibilidades reales ves que tiene el Murcia de permanecer?
IC: Mientras hayan… hay que ganar cinco partidos y quedan nueve, tenemos tres derrotas de margen. ¿Por qué no se van a poder ganar? El fútbol de hoy en día va por rachas y quién te dice que la racha que hemos pasado nosotros no la puede pillar otro equipo. Nosotros vamos partido a partido, sin mirar la clasificación, pensando que si hacemos bien las cosas, como contra el Español, tendremos muchas posibilidades de llevarnos varios partidos. Así que mientras hayan posibilidades, el equipo va a luchar.

JG: La situación de este Murcia con el que descendió hace cuatro años es algo semejante. Aquel equipo ascendió con un bloque ya formado: Reinke, tú, Tito, Ismael, Loreto… y de ese bloque sólo quedaste tú, y el equipo descendió por la vía rápida. En el último ascenso, el bloque era: Notario, tú, Abel, Pedro León, Jofre, Gallardo… Se quedaron bastantes, pero muchos de ellos fueron relegados a la suplencia, y la situación es crítica. ¿Crees que el Murcia debería mantener un bloque de jugadores que se entiendan y que estén acostumbrados a jugar juntos?
IC: En el mundo del fútbol no hay un librillo que te diga lo que va a funcionar seguro. Nunca se sabe dónde está el acierto. A lo mejor te quedas con el grupo y tampoco funciona. Ya te digo que el fútbol funciona por rachas. Eso sí, lo más importante es formar un equipo. Mis compañeros son jugadores de calidad individual extraordinaria, pero como equipo no hemos funcionado como deberíamos. Hay que buscar el camino de la humildad, el trabajo, el sacrificio. Si las cualidades de cada uno se juntan se hará genial. El otro día se vio ese alma y esperamos seguir ese camino.

JG: Una última cosa: he mencionado antes a Pedro León. El jugador de Mula decidió irse al Levante por creer que en el Murcia no iba a jugar. ¿Cómo viste su situación, se llevaba mal con Alcaraz?
IC: La verdad es que no me gusta hablar de la situación de otros compañeros. Puedo decir que es un chico que tiene unas cualidades enormes y es un gran jugador, pero en la vida hay que tomar decisiones y él la tomó así. Ahora está en otro equipo, ahora él deberá pensar si fue acertada o no, más allá no me puedo meter. No sé si tenía problemas o no. Es el propio Pedro quien te lo tiene que decir.

JG: Espero preguntárselo algún día. Gracias Ibán, ha sido un placer.
IC: De nada, lo mismo digo.

12 diciembre 2007

Al borde del abismo

Filed under: 2008, Árbitros, mallorca, Primera División, real madrid, Real Murcia, sevilla — Yazid @ 6:27 pm

El Real Murcia ha encadenado siete partidos sin conseguir la victoria (si contamos el partido de Copa ante el Valladolid), por lo que se ha ido acercando cada vez más a la zona negra de la clasificación de Primera. Pero aun así, todavía no sabe lo que es estar en puestos de descenso. Aunque también es cierto que los últimos resultados obtenidos por los equipos de «la liga» del Murcia le han obligado a ir bajando posiciones cada jornada. Tras ganar al Recreativo, los granas estaban tranquilamente en el puesto 11º a 6 puntos del descenso, teniendo incluso los puestos UEFA a menos distancia, 5 puntos. Esa victoria dio tranquilidad… quizá demasiada. Porque desde entonces no han sido capaces de llevarse los tres puntos. A pesar de haber estado a punto de conseguirlos, como contra Real Madrid y Mallorca, no han podido cortar la mala racha. A todo esto se le une unos continuos errores arbitrales que ya empiezan a parecer algo más que simple casualidad. Recordemos sólo las cuatro últimas jornadas: contra el Valencia en Mestalla, una falta sobre Regueiro, pitada incomprensiblemente a favor ché, trajo consigo el gol de Helguera. Contra el Real Madrid, Daudén Ibáñez no dudó en dar validez al gol de Robinho, a pesar de que el brasileño estaba en clamoroso fuera de juego; además, cuando corría el minuto 85 de partido cuando Cannavaro derribó claramente a Abel dentro del área, pero curiosamente el árbitro amonestó al jugador grana por tirarse, supuestamente. Algo así pasó en Mallorca, pero esta vez los protagonistas fueron Íñigo Vélez y el portero Lux: el delantero vasco recortó al portero, que se lo llevó por delante, pero el árbitro Velasco Carballo sacó amarilla al ariete grana. Y si esto no es suficiente, ahora viene el penalti de Sevilla. Con 1-0 para los sevillistas, Peña va al suelo con la plancha por delante para robar el balón a Kerzhakov, pero lo derriba fuera del área. Pues Rodríguez Santiago señaló el punto fatídico, «bien» ayudado por su linier.
En fin, una serie de actuaciones que nos han perjudicado seriamente y que nos están condenando, jornada tras jornada, a caer en puestos de descenso. Pero al menos nos queda el buen sabor de boca que deja la mejora de juego del equipo de Alcaraz, y si a eso le unimos que Íñigo y Baiano han vuelto a ver puerta, podemos esperar que esto vaya a mejor.
En cuanto a los árbitros, no pido que nos favorezcan, sino que sean justos con ambos conjuntos. Ya nos jodieron bien cuando descendimos hace poco más de tres años, que no nos vuelva a pasar, por Dios.

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