Velasco Carballo no pitó un claro penalti a Goitom y dio validez al gol de Guille Franco, en fuera de juego
Si algo malo puede pasar, pasará. La ley de Murphy se ceba con el Murcia. Cuando el equipo parecía que había resurgido en el Calderón, el Villarreal lo hunde en la miseria. Bueno, el Villarreal o el árbitro. En un país en el que el mayor protagonista de un partido suele ser el colegiado, Velasco Carballo se lleva la palma. Primero, por señalar innumerables faltas inexistentes, para ambos equipos, por llamar la atención continuamente a los jugadores para nada. Segundo, por no pitar un clamoroso penalti de Cygan sobre Goitom, cuando éste ya se preparaba para fusilar a Diego López. Tercero, por permitir que Guille Franco marcara el gol de la victoria en fuera de juego en el 93.
A todo esto, el partido de ayer fue el mejor de lo que va de campaña del Real Murcia. A pesar de lo que digan los ‘cantamañanas’ a la salida de Nueva Condomina, el equipo de Alcaraz movió el balón con criterio cuando lo tenía y presionó al rival cuando lo perdió. Además, la defensa de Cuadrado y Arzo estuvo en todo momento muy seria, y no permitió que los amarillos tuvieran oportunidades. Pero al equipo le sigue faltando mordiente arriba, ya que el abajo firmante no fue capaz de contabilizar más de dos o tres ocasiones claras de gol.
También me empiezo a preguntar por qué el Murcia no cambia de campo al empezar el partido, ya que el fútbol siempre le llega cuando ataca sobre la puerta de fondo norte. Jofre era el más enchufado al encuentro, dando buenas galopadas por su banda y centrando con critero, pero sus centros no encontraban rematador. Pablo García se hizo dueño y señor del centro del campo, ayudado en todo momento por un Richi inconmensurable. Pero Goitom estaba diluido, sobre todo desde que falló un mano a mano con Diego López. El Villarreal, por su parte, solo tuvo un inocente disparo del Guille Franco, que se perdió muy desviado de la portería de un tranquilo Notario.
En la reaundación, el Murcia salió enchufado, como suele ser habitual, intentando ponerse por delante. Regueiro y Rosinei, que salieron poco después, pusieron algo más de intensidad al ataque. Pero apareció el ‘prota’, el árbitro Velasco Carballo. En un ataque grana, Goitom se introdujo en el área, presionado por Cygan, que se tiró encima de él para placarle y lo consiguió, pero el colegiado no vio nada punible, o no quiso verlo. El Murcia no se aplacó y siguió presionando al Villarreal, embotellado en su campo. Pero la pelota no quería entrar y el partido parecía sentenciado al 0-0. Cuando la gente ya se estaba yendo del estadio, un pase de Pirès a Guille Franco, que se encontraba en claro fuera de juego, lo aprovechó el mexicano para poner el 0-1.
Parece que el Murcia no es bien recibido cada vez que se acerca por Primera, parece que molesta y hay que echarlo a toda costa. Por ahora están logrando su objetivo, ya que llevamos dos partidos seguidos en casa perdiendo con goles ilegales, en los últimos minutos, para más inri. En fin, esperemos que salgamos de esta situación peligrosa contra el Almería… y que los árbitros nos traten igual que al resto.
Resumen del encuentro